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Puntos Permanentes, 2017

Este proyecto se realizó bajo el marco de la exposición llamada FINCIPIO, reuniendo un grupo de  catorce artistas que trabajaríamos en sendas casas, de un conjunto residencial que posteriormente sería demolido, para dar paso a un edificio de veinte pisos.

Decido utilizar la misma lógica con la que venía trabajando, recorrer el conjunto en construcción, seleccionar esos elementos que más llamaran mi atención y con ellos hacer un montaje en alguno de los espacios de la casa que me fue asignada. Ella constaba de tres pisos y se podía utilizar en su totalidad; la única dificultad era que  estaba completamente  desmantelada y muchas habitaciones o zonas de la residencia estaban en ruinas.

Entre las muchas cosas que encontré recuerdo pisos y techos completos, cientos de tejas, cercas metálicas y un sinnúmero de puertas y ventanas desmontadas. Como siempre, escogí pedazos de techo y listones de madera, pues son los elementos que más me gustan por sus propiedades: flexibilidad, dureza, longitud, resistencia. Y para el montaje elegí la cocina, una sala y el patio de la casa, que generalmente son los espacios en donde más comparten los huéspedes. 

Para la realización del montaje teníamos tres días como máximo y tomé la decisión de hacer una instalación diaria. Usé la fotografía como medio para hacer registro de las instalaciones. 

La exposición se llevó a cabo en el lote resultante de la demolición y cada muestra de las catorce existentes, se convirtió en una suerte de memoria de esos espacios que desaparecieron dejando sólo escombros.

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